Sustancias básicas contra plagas y enfermedades

La llegada de las sustancias básicas a los centros de jardinería coincide con normativas comunitarias cada vez más restrictivas sobre el uso de fitosanitarios de síntesis.
La llegada de las sustancias básicas a los centros de jardinería coincide con normativas comunitarias cada vez más restrictivas sobre el uso de fitosanitarios de síntesis.

Diecinueve sustancias básicas

Esta idea de poner en manos de los agricultores sustancias básicas reguladas fue una iniciativa francesa a la que se sumaron los distintos países comunitarios. Entre todos identificaron unas 50, de las cuales 19 han sido aprobadas de momento por la UE (abril de 2019):

• Urtica spp. (ortiga): Insecticida, acaricida y fungicida (ver más abajo).

• Equisetum arvense (equiseto o cola de caballo): Fungicida (ver más abajo).

• Clorhidrato de quitosano: Elicitor (estimula los mecanismos naturales de defensa ante bacterias y hongos en las plantas de huerto), incluso en semillas. Se extrae del exoesqueleto de crustáceos marinos.

• Sacarosa (azúcar común): Elicitor. Se utiliza principalmente en manzanos.

• Bicarbonato de sodio, de uso habitual en repostería: Fungicida y herbicida en frutales y huerto.

• Fructosa: Elicitor en frutales, especialmente manzanos.

• Salix spp. cortex (corteza de sauce): Fungicida en vides, melocotoneros y manzanos.

• Lecitinas: Fungicidas en arboricultura y plantas ornamentales.

• Vinagre: Debe ser alimentario y contener solo un 10% de ácido acético. Se emplea como bactericida y fungicida en semillas y para desinfectar utensilios de poda. Su uso como herbicida no se considera agricultura biológica.

• Hidróxido de calcio (cal apagada): Fungicida en frutales de hueso y pepita.

• Aceite de girasol: Fungicida contra el míldiu y el oídio sobre todo en tomateras.

• Suero lácteo: Fungicida contra los míldius en pepinos y calabacines.

• Fosfato diamónico: Atrayente para trampas de insectos que afectan a los frutales.

• Peróxido de hidrógeno* (agua oxigenada): Fungicida y bactericida en semillas. También se puede utilizar para desinfectar herramientas.

• Cerveza: Antilimacos (actúa contra babosas y caracoles).

• Aceite de cebolla: Repelente de insectos en plantas de huerto.

• Talco E553b*: Crea una barrera física insectífuga y fungífuga en el follaje de los árboles y vides.

• Cloruro de sodio* (sal común): Fungicida en vid y huerto para casos urgentes.

• Carbón vegetal arcilloso*: Protector contra hongos del suelo.

• Harina de mostaza: fungicida en semillas.

* Sustancias básicas que no son utilizables en agricultura biológica.

SUSTANCIAS BÁSICAS EN LOS CENTROS DE JARDINERÍA

• Extracto de ortigas: triple acción

En los centros de jardinería encontrarás este preparado natural de triple acción basado en la maceración y fermentación de hojas secas de las ortigas (Urtica spp.). Activa el crecimiento de las plantas y actúa contra hongos como el míldiu, oídio, alternaria, moniliosis (conjunto de enfermedades criptogámicas que afectan sobre todo a los frutales de hueso) y la podredumbre gris (Botrytis cinerea), los ácaros (araña roja), e insectos como los pulgones, las polillas de la col y del manzano (carpocapsa), y coleópteros que afectan a determinados cultivos. Se aplica en frutales de hueso y pepita, nogales y groselleros, judía verde, patata, lechuga, endivia y radicchio, árboles y arbustos ornamentales, col y colza, rábano, vid, pepino, calabacín, calabaza y melón.

• Extracto de equiseto: contra los hongos

La cola de caballo (Equisetum arvense) es una planta de uso medicinal cuyas propiedades también tienen efectos beneficiosos en las plantas. A partir de la decocción de las hojas y tallos se obtiene un producto que fortalece los mecanismos de defensa de rosales y prunos, hortícolas como los tomates, patatas, pepinos, fresales y frambuesos, y frutales como los manzanos, melocotoneros y vides. Actúa como fungicida frente a enfermedades causadas por hongos y bacterias: mohos, oídio, sarna, míldiu, roya, moniliosis, mancha negra, la abolladura y la lepra del melocotonero, los tizones de la patata, la septoria del tomate… Se aplica mediante pulverizaciones foliares periódicas.

¿QUÉ SE CONSIDERA UNA SUSTANCIA BÁSICA?

El Reglamento 1107/2009 de la Comunidad Europea dice textualmente: “Se entiende por sustancia básica aquella sustancia activa que:
1. no es una sustancia preocupante, y
2. no tiene la capacidad intrínseca de producir alteraciones endocrinas o efectos neurotóxicos o inmunotóxicos, y
3. no se usa principalmente para fines fitosanitarios, pero resulta útil para fines fitosanitarios, utilizada directamente o en un producto formado por la sustancia y un simple diluyente, y no se comercializa como producto fitosanitario”.
Se considera sustancia preocupante aquella que tenga la capacidad intrínseca de producir efectos nocivos en los seres humanos, los animales o el medio ambiente.

Fuente: www.verdeesvida.es

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