Ser capaz de identificar las plagas claramente y cuanto antes garantiza mayores posibilidades de éxito en el control del ataque y el tratamiento. Además, sabiendo a qué plantas suelen apuntar será más fácil prevenir aplicando el producto fitosanitario apropiado. El resultado: unas plantas más saludables en el jardín, la terraza y el huerto. Aquí te enseñamos a reconocer las plagas más comunes.
COCHINILLAS
• Cómo son: Tienen un escudo protector ceroso de color marrón, blanco, algodonoso, o estriado blanco. Se instalan por lo general en las partes menos visibles de las plantas, como las axilas y el envés de las hojas, nervios foliares y pecíolos.
• Cómo actúan: Succionan la savia de las plantas, provocando un crecimiento más lento, debilidad, y amarilleo, deformación y daño en las hojas. Atacan especialmente en primavera y verano, pero pueden estar activas todo el año, especialmente en los ambientes de interior. Las cerosas segregan una sustancia melosa que favorece la aparición del hongo negrilla o fumagina, que resulta antiestético y dificulta la fotosíntesis (se elimina con un limpiador de melazas y se trata con un fungicida a base de azufre).
Los errores en el cultivo propician a menudo la aparición de las plagas. Los tratamientos preventivos y la velocidad de respuesta una vez detectadas son esenciales.
• Especies favoritas: De las cerosas, laureles, camelias, cítricos (frutos), olivos, entre otras leñosas, incluidos árboles frutales; orquídeas Phalaenopsis, anturios y ficus entre las plantas de interior; estriadas, arces japoneses, hiedra, Skimmia japonica; algodonosas, palmeras de interior.
• Las favorecen: Los ambientes secos, cálidos y poco ventilados, y la falta de nutrientes.
• Qué hacer: Tratar cuanto antes y, si es posible, trasladar las plantas afectadas a un lugar más fresco y luminoso. Si la afectación es pequeña, la cochinilla algodonosa se puede combatir rociándola con agua jabonosa (jabón de potasa o neutro), una solución que también se puede utilizar para eliminar las cerosas, eso sí con la ayuda de un trapo suave humedecido con ella para poder desprenderlas.
Contra las cochinillas funcionan mejor los fitosanitarios de acción sistémica. A los 7-15 días, y también en caso de detección precoz de larvas, conviene tratar con un fitosanitario con piriproxifen 10% (solo una aplicación al año), que actúa por contacto o ingestión. Se debe mojar bien toda la planta, especialmente el envés de las hojas. Como alternativa, el extracto de neem es un fitosanitario ecológico que actúa por contacto e ingestión, con gran éxito si se administra en febrero-marzo.
Al aplicar los fitosanitarios es importante no mojar las flores para evitar efectos perjudiciales en la fauna útil.
• Cómo prevenir: Revisar a menudo los tallos y el envés de las hojas. Aplicar los fitosanitarios mencionados en mayo-junio.
PULGONES
• Cómo son: Son insectos muy pequeños de color verde, negro, marrón… Se asientan en los brotes tiernos y botones florales especialmente de las plantas de exterior. Se propagan a gran velocidad.
• Cómo actúan: Succionan la savia y deforman las hojas y flores. Segregan una melaza que atrae a las hormigas y además da pie a que aparezca el hongo negrilla o fumagina.
• Los favorecen: El ambiente reseco y cálido, el uso excesivo de abono, el exceso o falta de riego (mantener acolchado el sustrato contribuye a mantener la humedad) o de sol, y la presencia de malas hierbas.
• Qué hacer: Lo más eficaz es usar un insecticida sistémico específico o polivalente, que también actúa por contacto e ingestión. Una alternativa ecológica son los insecticidas basados en las piretrinas (se obtienen de una flor) y el extracto natural de ortigas, o el agua jabonosa (una cucharada de jabón líquido neutro por litro de agua). Las mariquitas y crisopas sirven para su control biológico, ya que se alimentan de ellos.
• Cómo prevenir: Algunos de estos insecticidas pueden usarse también preventivamente en primavera y verano. En las leñosas, las aplicaciones de aceite insecticida en noviembre y en enero-febrero son eficaces ya que actúan cuando están en latencia.
TRIPS
• Cómo son: Son insectos negros de entre uno y dos milímetros de largo, con forma de piojo; las ninfas son amarillas y muy activas.
• Cómo actúan: Punzan los tejidos para alimentarse, produciendo punteados o pequeñas manchas plateadas en las hojas y flores. Provocan el empalidecimiento, la deformación y la caída del follaje; son vectores de virus y bacterias y propician el debilitamiento general de la planta. Son la principal plaga de la cebolla.
• Los favorecen: La sequedad y el calor, por ello atacan en primavera y sobre todo en verano.
• Qué hacer: Se puede aplicar un fitosanitario polivalente, entre ellos productos ecológicos como el aceite de neem y el aceite de colza con piretrinas.
• Cómo prevenir: Durante la primavera y el verano aplicar un insecticida sistémico.
ORUGAS Y LARVAS
• Cómo son: Las orugas son las larvas de los lepidópteros (mariposas). Las larvas nacen de los huevos de algunos insectos y corresponden a un estadio de su evolución hacia su forma adulta. Tienen forma de gusano; sus colores y patrones les permiten mimetizarse con las plantas. Los rosales en particular sufren la agresión de la larva de una avispa (Arge rosae), también llamada mosca del rosal, que provoca serios daños.
• Cómo actúan: Su boca está dotada de un poderoso aparato masticador con el que muerden, trituran y devoran las hojas de las plantas, sobre todo, pero también flores y frutos. Atacan a numerosas plantas del jardín y el huerto, y pueden llegar a provocar la pérdida del ejemplar.
• Qué hacer: Si son pocas orugas se pueden eliminar a mano. Si la plaga es importante, lo mejor es aplicar un producto específico a base de Cipermetrina10%, que actúa por contacto e ingestión (no es sistémico). Entre los fitosanitarios ecológicos, el principio activo más recomendado es el Bacillus thuringiensis ‘Kurstaki’, sobre todo para orugas de polillas, procesionarias y mariposas blancas; actúa por ingestión sin perjudicar a la fauna beneficiosa y no deja residuos indeseables en los cultivos tratados. Se deben mojar cuidadosamente todas las partes de la planta donde se localicen los huevos y larvas. La aplicación debe repetirse a los 8-10 días, según la evolución de la plaga. Tras el tratamiento se deben eliminar las hojas y frutos afectados. También se puede aplicar aceite de neem.
• Cómo prevenir: Con los mismos insecticidas, empezando los tratamientos a comienzos de la primavera. 🌳🌷🌳
Fuente: www.verdeesvida.es